
23 Jun Bremen: ¿Qué hacer y dónde dormir?
La ciudad de Bremen se encuentra al noroeste de Alemania, y es capital de el estado federado del mismo nombre. Bañada por el río Weser, Bremen ha sido históricamente un punto estratégico en lo que a comercio se refiere, ya que aquí llegaban barcos de toda Europa; esto ha conseguido para la ciudad una rica economía que en el pasado le permitió ser una ciudad libre, su propio estado.
Pero no solo económicamente es rica Bremen; la urbe goza a su vez de una gran cantidad de obras artísticas, desde galerías y museos hasta esculturas históricas. Las calles componen a su vez una maravillosa vista y un escenario arquitectónico digno de ver, con edificios de los más variados estilos: desde antiguas casas góticas hasta calles de un estilo más moderno, Bremen posee una variada paleta que hará de cualquier paseo una experiencia.
Pese a su gran número de habitantes (más de quinientosmil) y su importancia histórica y económica, Bremen no parece la típica ciudad europea moderna, si no que sus plazas y calles de ladrillo rojo se asemejan más a un pequeño pueblo alemán, si no fuera por el tamaño de la urbe.
Entre los monumentos y espacios dignos de ver encontramos su ayuntamiento, de estilo gótico y renovación renacentista, portegido por la UNESCO, el cual se encuentra en la Marktplatz, plaza también protegida en la que encontramos estatuas como aquella dedicada al cuento de los músicos de Bremen o el Rolando. El Böttcherstrasse, digno también de visitar, es una serie de calles de estilo medieval renovados con estilo Art Decó en el Siglo XX.
Principales actividades turísticas en Bremen, ¿qué hacer?
Contratar un Free Tour: Qué mejor forma de conocer la abundante historia de esta ciudad teutona que acompañados de un guía que realmente la conozca. Sus calles y monumentos son una delicia de observar; pero sin conocer la historia de ellos, solo pueden disfrutarse hasta cierto punto.
Pasear por el Böttcherstrasse: Esta sección de la ciudad, repleta de estrechas calles es el lugar perfecto para perderse y sentirse en una pequeña ciudad medieval por la que el tiempo no ha pasado, con sus suelos de piedra y su añeja arquitectura, aunque si eres más fan de la vida actual de la ciudad, también es obligado entrar en cualquier bar donde probar la gastronomía alemana, y por supuesto, probar alguna de las cervezas que famosamente bañan el folklore alemán. Hablando de lo cual…
Visitar la fábrica de Becks: Si bien Bremen no es ajena a la fabricación de cerveza, la cual se lleva elaborando desde el Siglo XI allí y forma parte de su cultura, es cierto que la joya de la corona cervecera es ni más ni menos que la fábrica principal de la gigante cervecera Becks, de la cual se dice que se abren más de tres mil botellines por minuto en el mundo.
Entrar en sus museos: Ya seas fan de los movimientos pictóricos actuales, de las vanguardias o del arte de la época medieval, Bremen tiene museos y galerías para cada gusto. Sin embargo, si deseas observar un amplio rango de estilos y épocas de una sentada, el museo Kuntshale posee cuadros desde el siglo XIV hasta la actualidad, con obras de artistas como Delacroix o Van Gogh.
Andar por el puerto en Schlachte: En esta zona de Bremen se encuentra el puerto que dio a la ciudad su importancia económica y mercantil en el pasado, pero la mayoría del tráfico marítimo se ha trasladado a la costa, lo cual ha convertido a este lugar antaño bullicioso en una tranquila zona donde dar un paseo o sentarse en uno de sus biergarten a tomar un refresco a la orilla del Weser.
Alojamiento en Bremen, ¿Dónde dormir?
Si buscas alojamiento en Bremen, encontrarás una gran cantidad de lugares donde acomodarte. Sin embargo, es necesario tener cuidado (como en cualquier otra ciudad) a la hora de elegir la zona, ya sea por proximidad a los puntos de interés o por la seguridad de las calles. Barrios donde el alojamiento es más recomendable serían Findorff o Peterswerder, este último a la orilla del Weser. Algunos barrios a evitar a la hora de escoger un lugar donde dormir serían Steintor o Huchting, donde no son poco habituales los robos y los crímenes no son poco habituales.